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martes, 22 de noviembre de 2011

David, un indignado

David adoptó las injusticias de un país que no es el suyo.  O al menos, no en el DNI. En España desde 1998, este portugués de Matosinhos sufre por el paro de otros, por las hipotecas, por las deudas y por las dificultades de otros. David es, y lo asume sin vergüenza, un indignado.
No se pierde una asamblea, una concentración, una manifestación…todo por la Libertad, porque ellos “no nos representan”.
Ya le cuesta hablar en portugués y pensar como un portugués. Aquí se casó y tuvo hijos. Aquí vive, en Portugal sólo sobrevivía.
 ¿Volver? Tal vez un día. Por ahora, su fado (su destino) está en un país en el que, para David, tardará en sonar buen flamenco.






martes, 1 de noviembre de 2011

El fado de António

Intentó engañar a la crisis. Cambió de país y reescribió su destino. António, 28 años recién cumplidos en Agosto, vive en Madrid desde hace poco más de cinco meses. No lo hizo por Amor, o al menos, no por el amor a una mujer. Lo hizo por el amor a un sueldo a final de mes; por el amor a la estabilidad laboral y, claro, por el amor a una cañita de vez en cuando.
En Portugal no tenía empleo. Trabajó en varias empresas de publicidad pero siempre sin contrato. La oportunidad se la bajó de internet, como quien se baja una canción o una película. La entrevista la hizo por teléfono y, dos semanas más tarde, ya tenia casa en Delicias, una compañera de piso andaluza, clases de batería y ¡¡¡un empleo!!!
El “fado” de António, su destino, es ahora, una preciosa canción de flamenco.